miércoles, 24 de agosto de 2016

FUNCIÓN E INDIVIDUACIÓN EN EL ADULTO


La individuación en el adulto es posible gracias a la progresiva interiorización y una base segura en la psique. El adulto Individuador tiene sus propias subformas funcionales para ayudar a los procesos de separación-individuación. La función del adulto (Guidano, 1991) está al servicio de alcanzar logros en la manifestación autónoma de la persona, recibiendo y dando cuidados. 

El adulto reflexivo propicia el alcance para la separación- individuación, generando procesos de introspección; a veces de una manera poco consciente complementa acciones, como es la de no sólo ser hacia los demás, sino también ser hacia sí mismo.





El proceso de desapego viene a ser como un proceso de duelo que implica un volver reflexivo sobre los apegos, para poder ir más allá de lo innecesario y poder ir descubriéndose a sí mismo individualmente. 


La función del adulto creativo es propiamente la de facilitar la individualización de la persona, ayudándole a explorar, descubrir y manifestar quién es ella de una manera creativa y al margen de sus necesidades en cuanto a recibir o dar cuidados. También puede establecer relaciones sociales amistosas en las que intercambia ayuda y cooperación, se descubre a sí mismo y contribuye creativamente con los demás, aunque se trata de una creatividad que se manifiesta en las cosas comunes, también facilita el alcance de logros individuales, sorprendiendo a la propia persona. El sentido del humor, la alegría y las emociones coexisten funcionalmente, se manifiesta continuamente generando estabilidad en la actividad individuadora.

Bibliografía

Guidano, V.  (1991). El sí mismo en proceso. Barcelona, editorial Paidós.
Por: Leidy Cañas Torres. Psicóloga. 
Gerente y Representante Legal de la empresa "Gerencia de sí mismo"

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