Por Leidy Cañas Torres. Psicóloga.
La globalización acarrea diferentes intereses, el concepto es utilizado por diversos aspectos, mencionado en noticias, comerciales, temas de interés, además en ideas de negocios. Para algunos países el concepto es ambiguo y no se entiende cómo un termino tan claro en su denotación y contenido no adiciona ni implementa acciones para cambiar realidades y contextos (Stinglitz, 2000).
La globalización se encuentra enmarcada con la interconexión, la interconectividad, la mundialización, el enfoque global, la transferencia e intercambio de información, entre otros (Stinglitz, 2000). La definición en si, no arroja aspectos negativos, ni positivos y cuando se lee de manera textual el concepto, no genera ninguna sensación de malestar o incomodidad; subjetivamente se interpreta de manera altruista, pensando en los demás.
Relacionando la descripción anterior con los diversos contextos y definiciones, la globalización podría ayudar a fomentar cambios estructurales en
el ámbito global y en el ámbito local, generaría cambios por medio de aspectos
circunstanciales, como por medio de aspectos críticos, retomemos algunos ejemplos
de ello: pobreza, desigualdad, inestabilidad emocional, irregularidad en diferentes
contextos (salud, educación, cultura), dificultades laborales, entre muchas
otras.
La globalización podría mantener y promover un
cambio circunstancial dado en la igualdad, solidaridad, altruismo y
Noviolencia, pero a pesar de las inequidades e irregularidades, hasta el
momento no se ha desarrollado una voz o voces fuertes para trasladar la visión
y el interés hacia el cambio de factores dañinos e inequitativos como la
pobreza; las condiciones previstas en los países subdesarrollados generan aumentos
de personas pobres, aumentos de daños biológicos y aumentos de desigualdades
(Souza Santos, 2003).
El desarrollo de la incomprensión se extiende como una autopoiesis, generando un sistema de reconstrucción propia, sin
coadyuvar a las dificultades previstas en algunos sectores y contextos.
Es peculiar como a pesar de los medios de
comunicación, expansión del internet, maestrías, doctorados, estudios
e investigaciones en las mejores universidades del mundo; aun no se observa el
cambio, ni se genera un desarraigo a algunas producciones, construcciones e
intervenciones dominados por el hombre desde un interés egoísta y personal, con
bajas intenciones hacia la solidaridad, con poca empatía y con poca
repercusión en valores y cambios sociales (Stiglitz, 2000).
BIBLIOGRAFÍA
De Souza Santos, B. (2003) La caída del Angelus Novus: Ensayos
para una nueva teoría social y una nueva práctica política. Cap. 5:
Desigualdad, Exclusión y globalización: hacia la construcción multicultural de
la igualdad y la diferencia, PP. 125 - 165. ILSA y Universidad
Nacional. Bogotá.
Stigligtz, J. (2002). El Malestar en la
Globalización. Cap. 1: La promesa de las instituciones
globales. Cap. 2: promesas rotas. (PP. 27 – 80)

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