domingo, 24 de junio de 2018

El PADRE Y SU REPRESENTACIÓN SIMBÓLICA

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DÍA DEL PADRE
POR: LEIDY CAÑAS TORRES
Magíster en Psicología
 Gerente y Representante Legal 
"Gerencia de sí mismo"

La imagen del padre es simbólica en sí misma. La protección reside en su figura, es acompañada por el resguardo y por el cobijo psíquico. Bajo este precepto, ¿cómo sería el padre perfecto para ti?
Protector, cariñoso, atento, sensible, amigable, de buen humor, simpático, fuerte, dador, emprendedor.

Te hubiera gustado que tu padre fuera diferente y sí es así ¿Por qué?
¿Qué es lo que más importante de tu padre? ¿Qué fue lo menos beneficioso?

¡Seguimos!

Si eres adulto tal vez cabe preguntarse si tu padre te dio paz y alegría, pero ¿cómo saberlo?



A pesar de la orientación moral y cultural asentida hacia mi parecer -en la que te insinúan querer por encima de todo a los padres-, la favorabilidad para muchos permanece con el sentimiento de gratitud, corresponde en su medida a la congruencia, al afecto, a la vivencia y a los actos.

Para algunas personas la vivencia se esconde en el recóndito recuerdo de lo oculto, para otras el sentimiento es mejor no despertarlo, ni sentirlo. La percepción es diferente en cada individuo, sin embargo, no esta demás demarcar tu sentir, ¿cuál es la vivencia hacia tu padre?
Insisto, es la vivencia personal, no la que brindan los cuestionamientos culturales, sociales o morales.

El padre junto con la madre son figuras altamente representativas. Bajo este precepto le apunto a la sensación de inseguridad y de fastidio al no querer compartir o recordar el daño o maltrato recibido. Sí lo sabemos, hay cosas que es mejor tener ocultas, pero a pesar de la emoción incomoda, es mejor prestarle atención a la impresión e inconformidad, es mejor saber a que te enfrentas.

Cuando hay sensaciones o pensamientos negativos hacia las figuras paternas, -caso específico el padre-, es importante revisarlas y darles un tratado especial, siendo innecesario vivir con rencor, por el mismo enojo o daño de milenios de años. 

Si tú te cuestionas el daño que alguien te hizo, en este caso el daño producido por “el padre”, siendo una vivencia aprendida de “ese otro" "ese alguien”, que a la vez, también se le adjudica la repetición de actos y de percepciones que le hicieron sentir; consecutivamente, se genera una cadena eterna: no para, nunca termina, mucho más si son daños familiares, hereditarios; con vacíos y con carencias representativas. 

La importancia reside en encontrar el origen del dolor y origen del daño, además de indagar por los factores que incidieron. No lo digo por que sea algo sin valor, no, esa no es la intención, es por la importancia que reside observarlos.

En varias religiones y culturas uno de los mandamientos consiste en respetar al padre y a la madre; concuerdo con esta creencia y creo que no se equivocan, en el sentido de no buscar venganzas o hacer daño por perjuicios o efectos que influyeron en el desarrollo. Es mejor ser libre, libres de ataduras, de rabias, de maltratos. Es mejor perdonar.

Por último, para los que tuvieron la fortuna de contar con ese padre dador, protector, optimista, entusiasta, dador de alegría y felicidad, ¡pues venga! Que afortunados. Para los que tienen algo que construir por medio de su herencia y su educación, ¡bien por eso!, construyen una realidad a partir de sus nuevos conocimientos, de nuevos colores.

Resuena con la felicidad, construye con amplitud. Toda tu energía puede dedicarse a seguir un camino creativo conjunto, en lugar de gastarse en luchas por el poder, por los celos, por las rabias y por los subterfugios.

Recordemos somos en sí aprendizaje, aprendizaje perpetuo; somos vida, nunca paramos.




3 comentarios:

  1. Excelente artículo, debemos ser conscientes que el ser humano está en constante evolución Y podemos quedarnos en el pasado de los reproches. Respetemos, Perdonemos, Avancemos

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    1. Así es, en ocasiones nos quedamos con ideales ficticios, en sí somos seres humanos y eso nos lleva a una gran complejidad. El símbolo del padre es real, y por eso debemos observarlo con tus matices e inconstancia, es mejor perdonarse y perdonar, es mejor caminar libre.

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