miércoles, 25 de julio de 2018

REPRESENTACIÓN, SÍMBOLO Y CULTURA



Por: Leidy Cañas Torres
Gerente y representante Legal: "Gerencia de sí mismo"
Psicóloga. Magíster en Psicología.


REPRESENTACIONES CULTURALES 
¿Quién es ella? Como representación de la muerte que se muestra de forma folklórica y simbólica: La Catrina



Cómo es que una persona tiene dentro de sus objetos favoritos una catrina, un buda, una moto costosísima, muchos automóviles, mucho dinero, mucho sexo, muchas compañías de mujeres altamente bellísimas –bellezas dadas por la sociedad-, mucho ego, mucho miedo y bueno… una vida vacía. 

No todo esta en el aparentar, en el exterior, en el otro. 
En sí la crítica no es para la Catrina, ni para el buda o para las mujeres bonitas o para los que tienen mucho dinero, no, la cuestión es para el que a pesar de tener un cúmulo de objetos y pertenencias, no sabe qué es lo qué es, lo que quiere y para dónde va. Él o ella no tienen la culpa, es más en muchas ocasiones son objetos, maniquíes y marionetas de lo escuchado en el común por una sociedad. 

¿Cómo es posible qué, siendo las representaciones colectivas comunes a todos los individuos de una sociedad, éstos adquieran sus propias representaciones? 

El camino a la individuación es un reto a seguir, ser lo que se es, no es fácil, sin embargo, tal parece que la cultura prima sobre el dominio de la realidad a proseguir; las imágenes y las representaciones sociales se formalizan de forma constante, la realidad se regenera y la  autopoises crea nuevas posibilidad para reafirmarse posibilitando un yo estructurado, diferente y definido. Algunas personas en su mayoría comparten y se reafirman en una realidad de acuerdo a lo brindado y a lo actuado por la cultura y por la sociedad. 

La división de creencias, de conceptos e ideales posibilitan el encuentro de las representaciones necesarias e internas para reconocerse a sí mismo. Aún sabiendo que esas mismas divisiones y contrastes atrasan en gran medida el reconocimiento y la “propia” identificación . 

Información, realidades y representaciones que fueron creadas a partir del inicio de la humanidad, si no es que antes, en que los individuos se plasmarán en su actuar. Esta información se encuentra en la psique, en la de todos, en la que sin falta alguna "compartimos" y podemos acceder en determinado momento, ahora bien, cómo salir del embrollo al cual nos exponen y nos llevan como unos corderos en el día a día. ¿Cómo separarme, identificarme, como integrarme e individualizarme? 


En una de esas actuaciones nos preguntamos, y qué tal si un dolor psíquico y físico es adquirido por esas representaciones sociales. Históricamente, en muchos ámbitos y en muchas culturas el ser humano se concibe como separado del psiquismo, referido al complemento en su totalidad con sus diversas áreas: espiritual, físico, hereditario, genético, ambiental, social. Como consecuencia de ver la realidad dividida también encontramos una psique fragmentada. De esta manera, la psique se habla y nos habla continuamente, se representa en sueños, en fracasos, en dolores, en actos que no queremos ver, actuar, ni hablar, nos negamos constantemente a ver lo real en sí mismo, apareciendo sin que te lo preguntes imágenes y símbolos en visualizaciones conscientes, en sueños, en la repetición de actos sin sentido, en el encuentro de personas que una u otra manera nos enseñan a pesar del disgusto o incomodidad que nos genera verlas. 

"En tales categorías, la realidad es vista por símbolos imaginarios, reales y/o materiales". 

Bajemos un poco el concepto al siguiente planteamiento: 
Cuando hay multiplicidad de cultura, ¿cuál elegir?, por ejemplo el símbolo de la catrina, el símbolo de un Buda, una Runa, un Crisna, un Balón de futbol, una Reliquia antigua, un escrito, entre muchos de sus gustos y aproximaciones culturales en la que se nos presentan modas y cotidianidades todos los días, ¿cuál preferir?.

 De acuerdo al patrón cultural se eligen algunos significados y algunos valores, se actúa algunas conductas a desarrollar. La dificultad reside al no poseer piso, ni sostén, ni ningún patrón; por ahora elijamos el ruido, el miedo, lo vulgar, la mentira, el sin sabor o tal vez reconozcamos que dentro de tu individuación se encuentra el símbolo que te representa y el que te hace vibrar con emoción. La novedad es que nadie puede describírtelo... encuentras caminos, contenidos, personas y aproximaciones, pero sólo tú mismo es el que elige y el que decide, de ahí viene la vivencia con un irrisorio gusto, poco nos gusta estar solos, escucharnos, vernos, nos gusta más el ruido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario