miércoles, 1 de julio de 2020

🗣🏢¿QUISIERAS DIRIGIR TU EMPRESA EN UN ESTADO DE TRANQUILIDAD A PESAR DE TIEMPOS DESAFORTUNADOS?

Por: Leidy Cañas Torres. Consultora. Gerente de Gerencia de sí mismo. 

¿Amas tu empresa y adoras todo lo que haces, sin embargo, en ocasiones presentas estados de inestabilidad?
Es difícil que encuentres una persona que te diga "no quiero estar tranquilo" o estoy tan contento que quiero acabar con mi vida... Así como el ser humano está lleno de polaridades y contradicciones en sus diferentes áreas, en el enfoque empresarial también se encuentra mucho matiz.
Sería fantástico encontrar una receta única y exclusiva con la que se pueda alcanzar el éxito y por supuesto obtener los beneficios esperados -sin sufrimiento o sin esa pesadez-.
Ejemplifiquemos: imagínate un estudiante de pregrado o maestría llevar al pie de la letra un interés académico igual a todos por repetición. Al lado de ello sería mucho más fácil adaptarse al pensum o llegar a obtener un diploma o una titulación. De hecho imagínate un experto en las ciencias exactas abordando temas de prevención psicosocial o por el contrario alguien con una tremenda afinidad por la música y la poesía desarrollando un proyecto de intervención en vías o puentes, y puede que hayan personas con tales gustos y fortalezas conjuntas; la situación es que sea algo obligatorio como un requisito nefasto para poder llegar al éxito deseado.
Al considerar que se encuentran gustos, preferencias, habilidades y destrezas, a la vez agrados y formas de ver la vida diferentes, cada individuo es único y por lo tanto diverso.
Al llegar a este punto una profesión es ejercida de acuerdo a su proyecto de vida u orientación vocacional, el éxito en determinada labor o empresa también lo es; cada proceso, cada espacio, cada rigor y aproximación son netamente diversos de acuerdo a la labor, la finalidad, la misión y visión.
Algunos empresarios llegan a direccionar su calidad y su bienestar por medio de la adecuada gestión individual, incluso en ocasiones su empresa trabaja por ellos y no se generan recelos, resentimientos o hasta enfermedades tratando de llevarla o facilitarla con triunfo.
He aquí, el toque secreto se encuentra en el sí mismo, siendo a su vez toda una psique: amplia y extensa; precisando como la reciprocidad y el valor agregado es conocerse, ir hacia dentro -aunque lo hemos dicho con anterioridad y parece moda- pero en resumidas cuentas no lo es.
Es bastante complejo caminar sin una compañía o comprensión, es difícil ser ese alguien que ha sido llevado como verdugo o misero por mucho tiempo. Es vulgar ser el actor que repite una misma conducta sin percatarse de lo absurdo o rídiculo solo porque así la aprendió, a saber, una y otra vez le dijeron que era negro y no se atrevió a ver otros colores porque simplemente otros actuaron y personificaron ese color.
Hay más, los paradigmas y las acciones repetitivas son difíciles de esquivar, de repente te acostumbras tanto que no sabes sí esa es tu realidad o es la de otros. Crees que esa piedra en el zapato es tuya y que no se puede quitar... y sin llevar a la crítica es muy difícil saber quién se es o actuar una realidad diferente a la aprendida.
Sabemos que en ocasiones el viento, la marea o los tiempos hacen que se tomen otros caminos, muchos rumbos. Tal vez se aprenda a manejar las emociones para no ir con saltos y caídas, un colorario más en que una pandemia lleve a emociones bajas, sin un sabor.
Siempre hay un dicho y con él un comenzar -"hay que seguir"-, nos implica adelantarnos a otro mundos, otras conquistas, otros mares, y sí, puede que no sea fácil, que en ocasiones la tristeza y los ánimos nos desborde, pero nuestra esencia esa sí que no, no no la pueden quitar; una muerte de una mascota, ni decir de un ser querido -ni nombrarlo-, un desaire, una incomprensión, una traición: todo es tan agobiante y triste que creemos que nos somos capaces. Por poco te desmayas por dentro, sientes ese vacío en el centro del pecho que sube y baja, te ves sin fuerza, tus piernas no te dan, y para ajustar te percatas de ese dolor en el cuerpo o en el alma.
Toda caída también tiene un comienzo, una vez observada tanta frustración y tristeza, nos permitimos seguir adelante con todo lo que eso trae, nuevos amigos, nuevos comienzos, se deja atrás las penurias y desacuerdos.
La gloria no siempre es una cifra o un valor, también es respeto, prudencia, consideración con los valores. La meta es perseverancia, veracidad, emprendimiento, corazonada.
En últimas, una psique personal se asemeja a la psique de una empresa. Sí tu direccionas es tu intuición la que está a cargo,-tu razón, tu sentimiento o sensación-, sea cual sea tu perfil o preferencia. Una empresa también vibra como lo haces tú, se nota el entusiasmo, la proactividad, la eficacia, la efervescencia, se evidencia cuando está triste o decaída, cabe concluir que deja huella cuando está feliz.

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