Por: Leidy Cañas Torres. Psicóloga.
Representante Legal Gerencia de Sí Mismo.
En el siguiente resumen encontrará aproximaciones de ideas relacionadas con la Felicidad, en la que diferentes autores como Platón, Sócrates, Aristóteles, Epicuro, Plotino y Séneca exponen sus posturas.
Inicialmente se expone como los dioses son bienaventurados, pues tienen una juventud inagotable y una vida eterna en la que disfrutan placeres, festejos y francachelas. En sí muchas de sus descripciones representan la felicidad, así como los valores, el conocimiento de sí mismo, el altruismo, el júbilo y la serenidad.
Cortos fragmentos según su autor:
Con relación a la beatitud divina, Platón señaló como el hombre por medio de sacrificios, oración, ofrendas y el culto divino se dirige al mejor camino, siendo más seguro el encuentro con la beatitud. De esta manera por medio del júbilo colectivo los hombres vivencian la representación de la divinidad.
Por su parte Sócrates expone: por medio del Daimon se representa una cierta voz, que aparta lo que se va ha hacer cuando se escucha. Prefiere el bien moral ante los bienes materiales y la vida misma.
Plotino encuentra una relación importante en la que expone como el bien es para los demás, ni siquiera es para sí mismo. El alma junto con el espíritu experimentará la presencia del bien, donde la suprema felicidad del alma se da bajo una experiencia mística; el autor la relaciona como Júbilo.
Los autores expuestos como Plotino, Aristóteles y Platón proponen como el amor del bien y la vida del espíritu se relaciona y se asisten de un goce espiritual a través de la alegría y por supuesto del júbilo.
Por su parte Séneca, expone como Dios es cada uno de nosotros; somos una razón interior, trascendente, aquello a lo que debemos dirigirnos.
Continuando con las diversas posturas: los estoicos por su parte afirman que existe una mayor felicidad, pues describen como la belleza, el placer, la riqueza, la fealdad, el dolor, la pobreza, entre otros, -todos ellos opuestos- no son malos o buenos; ellos concebían un valor relativo a las situaciones, hechos o cosas.
Por último, para Epicuro la felicidad reside en el placer y en el sufrimiento; lo relaciona con deseos insatisfechos y temores injustificados. Su intención era liberar los temores: como hay pocos motivos para temer a los dioses, ya que ellos no tienen un efecto en el mundo y confiere su existir con una fastuosa serenidad. Un sabio no solicitará ayuda para tener algunos beneficios; la alegría y la serenidad se encontrará admirándola. En su propuesta incluyó a todos los hombres: incultos, intelectuales, esclavos, mujeres, cortesanas, entre otras.
En sí, la Felicidad
Enfocando las diferentes posturas, específicamente entre Epicuro y Plotino, se encuentra una postura a gusto con este último. Si bien, Epicuro se fundamente en el placer y la serenidad, queda a la deriva otro tipo de consideraciones.
Por su parte el planteamiento de Plotino, no se encuentra relacionado con el narcisismo como lo exponen otros autores o sucesores, se ve más como un desapego, "un desapego del ego, del yo, del sí mismo". La felicidad, el alma y el espíritu se relacionan como aliados para alcanzar el júbilo; de esta manera la felicidad es la "consciencia de sí mismo", caracterizando la vida del espíritu. De ahí deviene que el bien es para los demás y la alegría para sí mismo, a partir del alma y del espíritu.
Las posturas dadas por los antiguos filósofos, no son egoístas referidas a la búsqueda de la perfección, no se considera que sean pancistas los tipos de felicidad; más que egoísmo, es la forma de sobrevivir la que hace que el hombre forme sus criterios e ideales.
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