sábado, 13 de marzo de 2021

EL PROCESO DE INDIVIDUACIÓN EN LA ADULTEZ INTERMEDIA. INTERVENCIÓN.

 

Por: Leidy Cañas Torres. Psicóloga. Magíster en Psicología.

Por medio de un programa de intervención se estructuraron elementos con una población que hasta el momento ha sido poco atendida, (McFadden, 2012) los aspectos amplían áreas de conocimiento en donde el proceso de individuación se desarrolla a partir de los mismos cuestionamientos, conocimientos y vivencias personales. La resignificación de aspectos personales lleva al cuestionamiento y observación de elementos inconclusos y la reestructuración del sí mismo.

A continuación se abordarán elementos relacionados con la adultez intermedia.

Adultez intermedia
En su ciclo de vida, el ser humano transcurre por etapas evolutivas: niñez, adolescencia, juventud, adultez temprana, adultez intermedia, adultez mayor, ancianidad o vejez. La mitad de la vida o adultez intermedia es una etapa del desarrollo en la que se presentan cambios físicos, emocionales, psíquicos y psicosociales que posibilitan experiencias, percepciones y vivencias que solo la persona puede explicar de manera singular. No se encuentra explícito un rango de edad para la adultez intermedia; algunos teóricos la ubican entre juventud y/o adultez temprana, la tercera edad o vejez (Manukyan, 2015 ). Para la ejecución de esta intervención se entendió como aquellos cambios que se dan entre la transición de la adultez temprana (30 – 40 años) y adultez tardía (60 -80 años). Dentro de los antecedentes revisados los procesos y desarrollos adquiridos entre las edades de 40 a 55 años aproximadamente se denominan mitad de la vida (Stell, 2014).

Sin explicar su estructura Levinson, (1986) expone como se encuentran algunos ciclos o etapas dadas en la adultez: Preadultez (17-45 años), adultez intermedia (40-65 años), adultez tardía (60-80 años) y ancianidad (80 años en adelante). El autor hace una distinción entre las edades 55 a 60 años, donde relaciona una fase y esta misma ayuda a replantear aspectos personales a partir de los recuerdos en etapas pasadas (Martínez, 2005).

La mitad de la vida se asocia con características como con la madurez psicológica, tolerancia, conciencia moral y valores humanísticos. Aspectos relacionados con la autogestión, la madurez y la responsabilidad se manifiestan en el ciclo vital de la mediana edad, cuando se llega a la edad de 40 años puede surgir una crisis en la que se adquieren características relacionada con la congruencia, la integridad, el aumento de autonomía, la reflexión y la conciencia; el fracaso para superar la crisis impide la formación de rasgos maduros en la personalidad (Manukyan, 2015 ).

Crisis y cambios

En la transición de la adultez intermedia se generan “preocupaciones” por llegar a la “treintañez y cuarentañez”, las inconformidades pueden quedar latentes y sin resolver al llegar a esta etapa; en ella la persona puede presentar inestabilidad en las diferentes áreas, con problemas de adaptación, con cuestionamientos y con replanteamientos de aspectos personales, culturales y sociales. Manukyan, (2015) describen como pueden surgir elementos o generarse una crisis por la transición en la profesión, la educación y la crianza hacia los hijos, así como la separación familiar, la conformación de una nueva familia, el desarrollo de funciones sociales y profesionales, la construcción de una vida profesional o labor activa, el envejecimiento, entre otras. Además Manukyan, (2015) plantean la diferencia que hay entre un niño, un adolescente y un adulto por la transición hacia una nueva comunidad, transición e individuación, separación, autorealización, consciencia y aceptación de la responsabilidades.

Un estudio realizado en el Reino Unido manifiesta como la literatura académica ha asociado los episodios de crisis en un rango de edad de los 40 a 45 años a través del concepto de la crisis de la mitad de la vida o mediana edad. En él expresan como un episodio de crisis puede desarrollar factores de estrés e inestabilidad emocional y como estos mismos factores superan la capacidad para enfrentar situaciones de manera estable y sin alteraciones afectivas. La crisis se desarrolla en un periodo de vida y puede durar más de un año de acuerdo a su misma dificultad. Se relacionan acontecimientos con la vida, con las relaciones, con la propia identidad, con la motivación, con los objetivos personales, con la cognición y con el afecto (Stell, 2014)

Poca intervención en la adultez intermedia

Se encuentran intervenciones, algunas de ellas psicosociales, individuales y grupales para la población general que abordan síntomas y psicopatologías muy concretas, un ejemplo de ello es la unidad de duelo de la Funeraria San Vicente, en la cual realizan intervenciones grupales e individuales a partir del duelo, pero no se observan intervenciones en ámbitos generales en la ciudad de Medellín que permitan afrontar las características plasmadas en la mitad de la vida y ayuden a disminuir la probabilidad de dificultades y problemas psicológicos en la adultez tardía. Un estudio dado en el País de Rusia argumenta la importancia y como de manera crucial se requieren desarrollar programas de intervención sociales y psicológicos para comprender los cambios y etapas del desarrollo humano, en el que se brinde apoyo familiar, se de orientación personal y se ejecute orientación individual y psicológica (Victoria R. Manukyan, 2015 ).

McFadden, (2012) en su publicación explica como anteriormente se le presto una menguada atención a la transición en años relacionados con la mitad de la vida, generando poco interés e invisibilidad en investigaciones a realizar por los tutores e investigadores. Además, expresa como las experiencias creativas y educativas deben ser ofrecidas y dar opciones de desarrollo óptimo, las cuales pueden generar intervenciones y grupos de apoyo trabajando temas relacionados con roles familiares como el divorcio, roles hacia pares e hijos en actividades escolares, roles educativos, roles personales y roles de transición en ámbitos laborales. Además de abordar asuntos específicos relacionados con la menopausia, la convivencia familiar, la responsabilidad única hacia los hijos, entre otras (McFadden, 2012)

Políticas públicas

A Pesar de todo lo planteado hasta ahora, con respecto a las políticas públicas de Colombia no se encuentra una descripción de la adultez intermedia, ni se especifican propuestas o programas que fundamenten y establezcan derechos o beneficien a esta población; en síntesis, hasta el momento no se establecen programas que aborden problemáticas o posibiliten el afrontamiento de eventos vitales como el duelo por separaciones o pérdidas afectivas, así como la inestabilidad a nivel laboral, los procesos de introspección, la transición en la profesión, la educación y la crianza de hijos, además de encontrar separación familiar, conformación de una nueva familia, desarrollo de funciones sociales y profesionales, construcción de una vida profesional o labor activa, envejecimiento, entre otras. Por lo explicado anteriormente estas acciones pueden imposibilitar o generar inestabilidad emocional, además de generar poca congruencia, poca integridad, poco aumento de autonomía, poca reflexión y poca consciencia al llegar a esta etapa evolutiva.

A continuación, se explicará el enfoque teórico propuesto por Carl G. Jung en el que se fundamenta el proceso de individuación para abordar elementos que surgen en la mitad de la vida o adultez intermedia.

Proceso de individuación

Jung no delineó etapas del desarrollo de la personalidad, manifiesta que en los años medios (35 a 40 años) se establecen cambios relacionados con la transición; a la vez expresa como a partir de los años 40 surgen aspectos relacionados con la observación de elementos importantes como la introspección y la observación de símbolos representativos e individuación; para Jung no estaba definida en términos de relaciones interpersonales sino en equilibrio e integración del yo. La autorrealización de sí mismo implica individuación y trascendencia, y de acuerdo al termino de individuación, la psique individual logra un grado más completo de diferenciación, expresión y desarrollo; en cuanto al concepto de trascendencia se refiere a la integración de los diversos sistemas del yo, hacia el objetivo de la integralidad y la identidad con toda la humanidad (Jung, 2011).

Entre los 38 y 43 años puede surgir la crisis de la mitad de la vida, en esta etapa Jung realizo importantes descubrimientos, muchos de ellos relacionados con sufrimientos los cuales quiso describir para comunicar y generar conocimiento (Stevens, 1994).

La definición del proceso de individuación parte del proceso de plenitud que requiere la persona para encontrarse a sí misma, esta relacionado con la integración del individuo, siendo total e indivisible. Es una etapa en el que el yo es fuerte y maduro y la psique puede tener un proceso de evolución natural que cualquier individuo puede aumentar por medio de su conciencia. En sus diferentes fases se producen transformaciones y se realiza una diferencia entre el yo - Entendido por Jung como el núcleo consciente de la persona, el centro de su obrar y juzgar- y el ego - Magnificencia de rasgos y características relacionadas con el yo o con el complejo del ego- para adaptarlo al sí mismo, es la realización de la unicidad del individuo mediante la ampliación de la conciencia. Reúne varias concepciones relacionadas con la mismación y la autorrealización, llegando a ser completamente diferenciada e integrada. En el proceso de individuación se presentan dos fases: la expansión, en la primera mitad de la vida, y la introversión, en la segunda (Jung, 2011).

Una intervención propuesta desde un modelo teórico como el de Jung permitió estructurar elementos de prevención hacia las dificultades emocionales antes citadas por medio de la identificación y reconocimiento. Partiendo de aspectos teóricos se relacionarán vivencias y experiencias personales, se posibilita la relación de la estructura del sí mismo con las etapas de vida propiciando coherencia en sus pensamientos y actuaciones.

Se abordó un proceso de intervención con personas que transcurren por edades de 40 a 55 años pertenecientes a la fundación taxis de la Felicidad. Por medio de la observación de los participantes se facilitó la apropiación de características personales, y se observó características de la etapa en la que se propició resignificación, consciencia de su individualidad y adaptabilidad a los cambios.

BIBLIOGRAFÍA

Arias, G. (2012). Sentido de vida y narrativa: defensa frente a la apatía del hombre para pensar lo humano. Katharsis, Pág. 107 - 124.
Fernando López Noguero, T. P. (1994). Investigar en educación social (Vol. 27). Sevilla, España: Copistería Los remedios, Niebla.
Gutierrez, G. (2003). El taller reflexivo . Medellín , Colombia: Universidad pontificia Bolivariana .
Jung, G.C. (2011). Aion contribuciones al simbolismo del sí – mismo. Madrid, Editorial Trotta.
Stevens, A. (1994). Jung o la búsqueda de identidad. Madrid, Editorial debate.
Levinson, D. (1986). A conception of adult development. American Psychologist, 41(1), 13.
Martinez, Á. I. (2005). Psicología del desarrollo de la edad adulta Teorías y contextos. Revista Complutense de Educación, 16 (2).
McFadden, J. R. (2012). Women During Midlife: Is It Transition or Crisis?. Family & Consumer Sciences Research Journal, 40 (3), 313–325.
Stell, O. C. (19 de September de 2014). Later-Life Crisis: Towards a Holistic Model. Springer Science+Business Media New York .
Manukyan, R. & Victoria, L. A. (2015). Formation of personality psychological maturity and adulthood crises. Psychology in Russia: State of the Art, 8.


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