martes, 1 de marzo de 2022

LO JUSTO Y LO BUENO

Por: Leidy Cañas Torres. Psicóloga. Magíster en Psicología.  

¿Qué es lo bueno y lo justo en estos momentos para usted, para el lector o para mí?

Partamos de un ejemplo cotidiano en la vida real, una persona de bajo recurso económico se queja de otra, la cual no es amiga o pariente cercana y dice odiarla porque en determinado momento no le quiso abrir una puerta, (porque no le ayudo o no le dio la mano) acto en el que ella quería pedir posada o pedirle un favor.

Este es un detalle de una historia que escuche en un encuentro de formación, algo concreto que nos lleva a ver como las personas estructuran su realidad y como a partir de sus percepciones se van con lo que es bueno para ellas mismas y lo que es bueno para los demás. Teniendo en cuenta esto, lo bueno sería… lo que me conviene.

Si en este caso se retomará la historia de un senador o presidente, lo bueno es lo que le conviene a las personas que le ayudaron en campaña y no lo que está designado como bueno para la sociedad. ¿Qué es lo bueno en estos momentos para un gobernante como Vladimir Putin o para el gobernante de Ucrania?

En este punto Kant, Mill y Rawls argumenta que en la política y en la justicia lo bueno se enfatiza hacia las normas, hacia la utilidad, pero es claro detallar y diferenciar lo justo y lo bueno para dar ese tipo de diferenciación y apreciación.

Aún después de formular la pregunta, me es difícil separarme de lo justo o bueno que se determina en sí mismo, me explico, es difícil separarse de esa realidad, aún teniendo en cuenta que la felicidad no siempre se encuentra en eso que es justo.

Una opción es lo equitativo y lo neutro, sin llevarlo a la idealización de la felicidad, aunque comparto apreciaciones dadas por los presocráticos y me gusta su fundamentación hacia el sí mismo, tratemos de tener en cuenta la modernidad, lo actual. Tal parece que es lo que se ve, lo que se dimensiona, esperemos que la ley del más fuerte no este al margen con la ley del talión “ojo por ojo, diente por diente” y en sí, lo que se necesita es formación, capacitación y educación; la sociedad requiere acompañamiento constante.

Ahora bien, antes de adentrarse en el acompañamiento, es importante detallar ¿qué es lo justo o lo bueno para los demás? ¿Cuál es el bien?, pues se busca que la sociedad tenga un fin equitativo.

Continuando con la apreciación dada hacia lo justo y lo bueno, nos encontramos con lo correcto y lo útil, y en este caso, algunos individuos o personas, se encuentran inmersos en una sociedad enferma, en algunas instancias tóxica. ¿Cómo determinar en ellos mismos su bienestar si no logran nombrar ni observar el daño?, en ocasiones ni lo exigen.

Veamos un caso particular como el de Venezuela” para mi es una situación política con decisiones que llevan al poder y que dañan a todo un país, ciudad, municipio y sector. Según Tocqueville expresa como “las persona más marginas de una sociedad pueden acabar adaptándose a un régimen injusto, pueden autocensurar cualquier protesta, ignorando ya cuáles son sus preferencias, con tal de disfrutar del bienestar posible, en vez de aspirar a la libertad deseable”, de esta manera el dolor y el daño no solo se encuentra en este ejemplo, también se puede observar en algunos campos o departamentos de Colombia, en donde se fundamenta la expresión continua de “humildad” se dice, ¡qué campesino tan humilde!, pero más que humilde es la desinformación de sus derechos con respecto a las vías, a la educación y a la salud; en este caso la palabra a utilizar es otra, en la que la pobreza no se debería justificar con humildad o resignación o en muchos casos con falta de compromiso dado por el desconocimiento y desinformación.

Habría que decir también que dentro de una visión general se encuentran en una sociedad: ventajas y sacrificios, pero la justicia opera hacia la utilidad dada por la modernidad, se olvida del protagonista o de quien lleva a la práctica.

En ocasiones se descuenta el valor de pensar, de sentir y de existir; solo que, a pesar de esa realidad fría, aún no se tiene la disposición o disponibilidad para actuar o comportarse como robots, o al menos así se cree o parece.

Es necesario recalcar que un grupo humano consciente, con cultura podrá elegir sus modos operandi, sus modos de vida y quizás una mejor opción. Es por esto que se relaciona la libertad, la elección con las funciones y las capacidades sociales, “si una sociedad piensa, el individuo también lo hace” o se aborda de manera contraria: “si un individuo piensa y existe, la sociedad también hace parte”, la retribución es reciproca, en la que se habla de igualdad, pero no a partir del engaño, sino a partir del bienestar; de las oportunidades, los derechos, la satisfacción, la reciprocidad con el otro y hacia el otro.




Enfatizando, esta bien que lo justo y lo bueno sea equitativo y en casos dados hacia la correcto para la sociedad, sin que mi elección dañe al otro. Sin embargo, aprovecho uno de los fundamentos del escrito en el que se relaciona la intuición con la decisión y elección, prioridad que lleva a la perfección sin dañar. Es curioso como en este aspecto la intuición puede dar esa respuesta sin que la razón tenga la mejor opción, y en ocasiones así no se fundamente con lo objetivo, creo que se puede relacionar con el hecho real; en este caso, es la intuición la que lleva a tomar una mejor opción porque no es algo egoísta, es el camino correcto, es la opción que lleva al bienestar, así en determinado momento no se comprenda su propósito o finalidad.

En este punto la responsabilidad recae sobre el individuo pues él le da la prioridad. En ocasiones la elección tiene que ver con la libertad y está lleva a la responsabilidad, para muchos es un tema de miedo, de temor, para los que se conocen a sí mismo, lo lleva a la apertura e identificación con lo real, con lo que se es, con lo que se tiene para sí, sin maltratar.

Es complejo hablar de justo o bueno, sin tener una idea individual, pues se parte de uno mismo, sin embargo, se tiene en cuenta que a pesar de la situación, en el lenguaje, la comunicación y la interacción se reconoce y se identifica al otro por medio de la elección. Recordemos el reconocimiento recíproco se encuentra relacionado con la participación cooperativa, con el diálogo racional, en este punto el conocimiento, la argumentación y la determinación son factores determinantes en la identificación de sí y la consideración.

Buscar un mundo en el que caben todos es complejo, pero sin tener en cuenta la palabra y la argumentación, sin ese sentir de felicidad y bienestar del que tanto se habla, no habrá la reciprocidad para detallar lo justo o lo bueno, así para algunos se encuentre en desventaja por su egoísmo o por falta de equidad.






No hay comentarios:

Publicar un comentario