El mes de la madre desencadena vivencias y emociones bastante agradables y representativas con valores y sentimientos de confianza, de amor e interacción, sin embargo, para otros, la sensación es otra; su vivencia y emoción es de malestar y daño propio.
Te invito a leer las siguientes notas en la que se encuentra ese otro extremo, aunque desafortunado y poco nombrado, también se observa en realidades individuales y en áreas -canciones, películas, series- o contextos de despecho colectivas.
REALIDADES DESCONCERTANTES. Pensamientos y Sentimientos que pueden llegar a desencadenar una depresión.
A pesar de todo tener todo un panorama, hasta un alimento, la percepción y la atención pareciera que caminarán solas por una emocionalidad y no me refiero tácitamente a la rabia o tristeza como tal, aunque influyen constantemente. Es un caminar con norte y sin él, en el que insisto la subjetividad gana. No quieres aceptar tu realidad, es demasiado cruel, es demasiado maltratante, es visionaria o es una pésima pérdida de valores en la que desprecias estar, pero, por una razón valedera como un hijo o una función de algún trabajo, estás.
Caminar a partir del piso mojado, sin dirección, sin ver lo que hay debajo del puente, y lo peor puede que lo veas de a poco, siendo demasiado agrio como para ver otro tipo de subjetividad. Por momentos puedes sentir otra vivencia, otra sensación que te hace soportar y sí no fuera así, ¡Dios! qué podría pasar, ni imaginarlo.
En su expresión, él o ella dicen:
"No me quites mi sueño, mi propósito: así sea ficticio". Es mejor que camine con mi EGO, con la compra de esa ropa, con la realidad de creerme algo así, bonita o bonito, con un cuerpazo, con amigos o parejas que me tratan mal... déjalo que lo crea. Porque entonces, ¿con qué me quedo?
Estuve bajo el agua por mucho tiempo, con emociones turbias, en ocasiones las visualice azules, pero en su mayoría eran cafés llenas de pantano. Sí veía algo diferente, me desmayaba. Me caía, ¡que más da! Otra ilusión para poder resistir.
Camine por el aire, sin un terreno, con la ilusión de llegar, de estar mejor. La novedad es que no quise pelear porque no tenía recursos para hacerlo, porque no podía salir corriendo, porque no tenía apoyo. Era una pérdida para mi, no quería un escándalo. Esa fue mi situación en ese momento.
Había miedo, zozobra social, daño colectivo, enfermedad, sufrimiento vestido de normalidad; tenía que prevenir. No podía discutir, ni alegar, no era mi forma, no tenía relación alguna. Estaba cansada(o) de tanto maltrato; maltrato que no eres, era nada. Ella o él continúan: no tienes nada, no tienes dinero, no eres importante, no eres nadie sin mi, yo te doy todo, eres fracasada(o), te has esforzado mucho, y para nada, todos te critican; en si, veías como esas sátiras no hacían parte de una realidad cuerda, eran expresiones sin sentido, muchas se manifestaron por medio de las emociones porque simplemente al otro no le pareció".
Maltrato, desigualdad, mendicidad, rechazo: todos al 100%. Nada concordaba, todo era desfavorecedor. Todo.
¿Consciencia o Inconsciencia? ¿Procesos psicológicos por la edad o por la cultura? ¿Procesos cognitivos sesgados? ¿Inconsciencia a partir de la ceguera?
"Nada fluía, ni el dinero fluía. Todo decaía. Era envidia, malintención, también, era todo. Brujería, era como una especie de eso".
P.D. Sí por momentos te has sentido o te sientes así, te recomiendo buscar ayudar de un experto o profesional, en estos momentos muchas personas piensan y se sienten de esa forma dañina, porque se encuentran en una realidad vivida por un mundo cotidiano; esto no quiere decir que todo sea a partir de este sentir. Hace parte de una sola percepción, en estos momentos vivenciada por ti. La buena noticia es que puedes salir de ella.
El mes de la madre puede acarrear sentimientos valederos, agradables y grandiosos. Bienaventurados para todos los que llevan consigo estás vivencias y sensaciones, sin embargo, hay personas o individuos que no sienten lo mismo y por miedo o rechazo mejor se adentran y se resguardan en otras realidades desconcertantes o de baja reciprocidad. Para algunos el rol de madre o roles vividos por contextos maltratantes llegan a desencadenar muchos sentimientos, sensaciones, emociones y con ellos pensamientos y acciones.
Por: Leidy Cañas Torres. Psicóloga. Magíster en Psicología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario