Por Leidy Cañas Torres. Psicóloga. Magíster en Psicología.
"El viaje al interior de la tierra es el regreso al seno de la madre…”.
Proceso de cambio y transformación, cuando la psique necesita evolucionar se encuentra con otras esferas que no siempre son agradables; las polaridades y la sombra entran para dar ese paso a la integración.
Hablando del viaje interior, retorno a lo materno y a la totalidad, encontramos de ejemplo una fecha tan especial como la de hoy -en algunos países, entre ellos Colombia-. Aunque para unos pocos es complejo por la sensación y experiencia, para la mayoría es un día de festejo. Aún con expresiones o rechazo hacia la sociedad de consumo que lleva la compra de regalos y celebraciones desproporcionadas, se observa ese sentir del concepto universal y a la vez ese agrado que se siente al tener el respaldo, el cariño y amor de una madre, siendo lo verdaderamente importante y justificable, muy a pesar de vivencias poco agradables actuadas por un porcentaje.
Desde un punto espiritual el viaje interior o el viaje hacia dentro nos lleva al encuentro de un viaje heroico, como el de Odiseo, en el que combate con Dioses y tiene día a día, momento a momento problemas y enfrentamientos constantes. Por ende, uno de los encuentros más fuertes que se conozca hasta el momento es el encuentro con la sombra, el héroe que todos tenemos dentro lucha con todas sus armas para despejarse y llegar a la luz. Quizás esas personas que luchan con su madre, los que tienen sentimientos de dolor y desagrado estén en ese proceso de individuación en el que a pesar de ese recorrido, para ellos es perturbador y angustiante; ¡ese sí es un descenso al inconsciente! es todo un calvario, un purgatorio, es como un infierno, una confrontación que se hace lucha.
Para los que se encuentran en el proceso de daño y dolor, en sí perdonar y reconocer que los padres, en este caso las madres también fueron víctimas o cometieron errores, más que ahogarse en el daño que sintieron, dar vueltas o repetir el mismo comportamiento con sus mismos hijos, con la familia, con la pareja o sociedad, lo recomendable es unir su historia, observar, detallar, resignificar y conectarse con otro arquetipo de madre universal: con esa madre que cobija, brinda cariño y respalda - en Antioquia o en Colombia hay muchas.
Reconocerse es el primer paso, buscar la meta del viaje o recorrido personal, familiarizarse con la totalidad como meta, identificar al héroe interior, invocar al guerrero, al súper hombre que también sufre con su proceso iniciático, al que busca y lleva la transformación a lo largo de su recorrido, épocas y años.
Recordemos como todos tenemos representaciones, unas actuaciones que en algún momento se desarrollan, en este caso los arquetipos ejemplificados en el vagabundo, el abandonado, el huérfano, el mártir, la víctima, el maestro o el mago. Reconocer estos caminos, estas vivencias, estas interpretaciones lleva a la evolución de una persona, en este caso de un individuo que puede autogerenciarse, sanarse.
Detallamos como un arquetipo es un patrón universal, que en ningún caso una persona o ser humano escapará de personificar. "La verdadera visión psicológica consiste en detectar la experiencia heroica allí donde parece no haberla, dado el esquema académico o el estereotipo imperante" (Lisímaco Henao).
El viaje iniciático, el viaje del héroe, la individuación lleva a la función de diversos procesos, el viaje de vida. Adquirir conocimiento, consciencia, evolución, trascender los arquetipos y los estereotipos, generar ideas y con ellas llevar a la acción y concreción de paradigmas es una realidad que de verdad vale la pena arriesgarse.
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