En ocasiones nos topamos con encuentros y
realidades dolorosas, dadas en diferentes ámbitos y contextos, - familiar,
interpersonal, laboral- algunas de ellas, pueden darse por el miedo, por la
ignorancia y por la poca observación de sí mismo, aun así, la situación es
querer evitarlas y evadirlas tratando de no ver la realidad. El dolor
ocasionado por el otro es irreparable, no tiene justificación. Esta ahí.
Se abre la expresión y la pregunta, ¿¡Si me
esta pasando esto a mi!? Pareciera que se unificará con el principio de
negación generado por la perdida de un ser querido; los pensamientos continuos
se representan sacando miles de excusas, justificando o evadiendo la situación.
Pero ¿qué hacer? Lo recomendable es seguir los
principios y recursos personales sin vender la propia consciencia, enfrentando
el dolor y la realidad, (sentir el dolor, tenerlo de frente). Hay acciones y
expresiones irreparables; si se actúa bajo el perdón hay que tener cuidado de
no repetir acciones de maltrato o seguir en un circulo vicioso. Se debe actuar,
dejando ese basta ya, dejando las reciprocidad a las acciones de evitación y
daño promovido por el otro, simplemente se necesita avanzar.
Leidy Cañas Torres. Psicóloga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario