lunes, 31 de octubre de 2016

EL YO. Llo que sabemos de nosotros mismos

Por: Leidy Cañas Torres. Psicóloga. 

El yo surge en las primeras fases del desarrollo. Es el centro del aspecto consciente, percibe símbolos y significados. Desarrolla y evalúa los valores, es un intermediario entre las vivencias exteriores y los aspectos del sí mismo (Anthony, 1994).

El yo esta relacionado con la descripción propia o personal cuando utilizamos las palabras “Yo o mi”, es el aspecto consciente de existir. Tiene acceso a recuerdos que no se han reprimido, su evocación es de fácil acceso. (Anthony, 1994).

En el yo se identifica lo que se sabe de sí mismo, reconoce lo que los demás ven, ratificando al mismo tiempo el comportamiento y la relación con otros. Propicia la afirmación de características físicas y cualidades en una persona. Es un mediador de la esfera subjetiva y objetiva, es el punto focal de la conciencia, así como del sentimiento permanente de la identidad personal (Jung, 2011).

Es entendido por Jung como el núcleo consciente de la persona, el centro de su obrar y juzgar. En la primera etapa de la vida y en la formación de la niñez, el niño vive del todo en el inconsciente, apartándose cada vez más de ese mismo inconsciente y formando un yo consciente (Engler, 1996).

El yo organiza y dirige conscientemente los pensamientos, sentimientos, sensaciones e intuiciones. Aporta elementos de lo que cree ser cada persona y como la consideran los demás; algunos se describen desde el aspecto físico, otros, instauran descripciones con cualidades y valores, dadas en el medio, contexto y gremio social (Anthony, 1994).

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La adquisición de consciencia se relaciona con la descripción y empatía de algunos valores como: el altruismo, la responsabilidad, la valentía, la dedicación, la generosidad, el compromiso, entre otros. Los valores permiten y generan consciencia para describirse a sí mismo. (Anthony, 1994).

BIBLIOGRAFÍA

Anthony, S. (1994) Jung o la búsqueda de la identidad. 1ra edición. Madrid, Editorial debate, S.A.

Engler, B. (1996). Teorías de la personalidad. 4a edición. México, Editorial Mc Graw Hill. Pag. 557.
Gutierrez, G. (2003). El taller reflexivo. Medellín, Colombia: Universidad Pontificia Bolivariana.
Jung, G.C. (2011). Aion contribuciones al simbolismo del sí – mismo. Madrid, Editorial Trotta.

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