Más que hablar de los derechos y los deberes de los niños, los cuales son fundamentales y en muchos casos fracturados por los pensamientos y los comportamientos sociales, su reconocimiento también representa el nacimiento, la alegría y la inocencia del ser humano.
Una de las formas de ser niño es acostarse tranquilos, sin engaños y sin malestares. Ser niño es tener toda la energía para concentrarse en eso que quieres ser o que ya eres. Es entusiasmo, creatividad, ingenuidad, pero con verdad. ¿Por qué nos cuesta ser lo que somos? Sin falsedad.
Di lo que piensas sin rodeos, dilo con amor, sin desamor, sin rabias (Los malestares y daños se deben afrontar. Si hacen daño exprésalos, pero, una vez dicho o hecho, continúa).
Y qué tal si invocamos por un momento a la inocencia de un niño y qué tal si por un momento somos sensatos con nosotros mismos y expresamos nuestros pensamientos y nuestra verdad con honradez. Pensemos bonito, miremos bonito.
Y qué tal si nos tratamos de manera especial. Consiéntete y trátate bien, sé amable, hazlo contigo y con los demás.
¿Qué piensan los niños sobre el amor?
Crédito eh!
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