Por: Leidy Cañas Torres
Psicóloga. Magíster en Psicología
Gerente y Representante Legal de la empresa
"Gerencia de sí mismo"
Psicóloga. Magíster en Psicología
Gerente y Representante Legal de la empresa
"Gerencia de sí mismo"
¿Se puede cambiar una cultura violenta?¿Cómo efectuamos cambios de transformación social?
La apropiación de creencias y valores son sostenidos en la cultura y son soportadas a través del tiempo, sin embargo, los procesos de cambio requieren de argumentaciones y actuaciones congruentes para modificarlos, lo importante es confiar y observar cómo los conductas individuales se suman a los comportamientos colectivos.
El cambio se puede propiciar por medio de tres factores fundamentales: el primero de ellos se relaciona con una conciencia particular, el segundo con una regulación social a partir de intereses sociales más no particulares y el tercero con la implementación de estrategias sociales, (educación, valores, normas). Bajo estos tres factores se reconocen particularidades bajo construcciones colectivas.
El fundamento se desarrolla en la generación y en la recuperación de la confianza dadas ámbitos interpersonales e instititucionales. Se busca influir en el correcto funcionamiento de la vida social, la convivencia y la seguridad, además se busca contribuir en el ejercicio político administrativo de forma eficiente, generando un favorecimiento de la gobernabilidad en cada uno de los territorios.
El trabajo psicosocial se enmarca en la recuperación de valores, de confianza, parte de entornos más seguros y amables en el contexto social. La intervención se preocupará por las decisiones de los ciudadanos, las cuales se lleva a cabo -por medio de sus pensamientos y sus prácticas- las realidades colectivas.
Adicional a la educación es importante realizar un seguimiento a las acciones y a la intolerancia contra la vida e integridad de las personas; se adopta la cultura para transformar realidades, en este caso cada individuo puede brindar al colectivo su realidad y cada cultura se adapta al cambio individual por medio de su transformación grupal.
El cambio se puede propiciar por medio de tres factores fundamentales: el primero de ellos se relaciona con una conciencia particular, el segundo con una regulación social a partir de intereses sociales más no particulares y el tercero con la implementación de estrategias sociales, (educación, valores, normas). Bajo estos tres factores se reconocen particularidades bajo construcciones colectivas.
El fundamento se desarrolla en la generación y en la recuperación de la confianza dadas ámbitos interpersonales e instititucionales. Se busca influir en el correcto funcionamiento de la vida social, la convivencia y la seguridad, además se busca contribuir en el ejercicio político administrativo de forma eficiente, generando un favorecimiento de la gobernabilidad en cada uno de los territorios.
El trabajo psicosocial se enmarca en la recuperación de valores, de confianza, parte de entornos más seguros y amables en el contexto social. La intervención se preocupará por las decisiones de los ciudadanos, las cuales se lleva a cabo -por medio de sus pensamientos y sus prácticas- las realidades colectivas.
De esta manera el análisis de factores psicosociales adquiere fundamento para cambiar formas de pensamiento y apertura a realidades a partir de varios aspectos, individuales como colectivos. Los juegos de roles adquiridos y relacionados con los siguientes términos: victimización, fatalismo, pesimismo, sumisión, miedo e impotencia frente al mundo y la sociedad, entre otros, (Baró, 1990) pueden cuestionarse y contraponerse por medio de acciones, estrategias y argumentos válidos y poco dañinos; se busca la modificación de creencias tóxicas en la que la sociedad se apropie de la identidad, estructurando un cambios de realidades y de paradigmas.
Así, para cambiar una realidad se fundamenta un modelo social en el que se tengan en cuenta: la cultura, el contexto, las características, los ambientes sociales, familiares e individuales. Al partir del lugar y del contexto se generaría prácticas de cambio para implementar diferentes acciones.
No se puede cambiar una realidad si no se tiene en cuenta los contextos, las prácticas, los índices, las investigaciones y las incidencias. Las teorías e intenciones puede ser aptas, pero si no se realiza un diagnóstico o un estudio comparativo describiendo las dificultades, pueden surgir elementos de hipótesis no confirmadas.
Los diferentes programas y proyectos pueden generar derroche en tiempo y en dinero al demostrar súbitamente el resultado de algunos indicadores, en el que muchos de ellos se encuentran muy alejados al cumplir con la intención o meta para lograr los cambios.
Por último, en caso de que alguien quiera hacer cambios en sociedad a partir de la maldad tendría que incurrir con lo que ya se ha visto y es el hecho de diseñar estrategias por medio del miedo y el desamor. Creo que las conciencias poco a poco visualizan lo que en verdad les hace daño, y puede que aún se encuentren consciencias dormidas, en algunos casos vendidas o sesgadas, lo que lleva a una realidad sin realidad, pero para entrar a este tipo de transformaciones tendrían que apaciguar la psique con lo que generalmente lo llevan a cabo: odio, desamor y maltrato... y creo que ya de eso se tiene bastante.
P.D. La psique no se puede apaciguar, siempre es consciente a partir de su inconsciente, continuamente observa, perpetuamente ve, en todo caso se encuentra viva.
Beck, Ulrich, (1999). ¿Qué es la globalización?, Paidós.
Bourdieu, Pierre, (2000). La miseria del mundo, Fondo de Cultura Económica, 563 p.
De Souza Santos, B. (2003) La caída del Angelus Novus: Ensayos para una nueva teoría social y una nueva práctica política. Cap. 5: Desigualdad, Exclusión y globalización: hacia la construcción multicultural de la igualdad y la diferencia, PP. 125 - 165. ILSA y Universidad Nacional. Bogotá.
Duffield, M. (2001) Las nuevas guerras en el mundo global. La convergencia entre desarrollo y seguridad. Cap. 4. El nuevo humanitarismo. PP. 111 - 146
Guidano, V. (1991). El sí mismo en proceso. Barcelona, editorial Paidós.
Heidegger, Martín. (1998) Ser y tiempo, editorial Universitaria Santiago de chile.
Jung, C. (2004). Dinámica del inconsciente. Madrid, Editorial Trotta.
Klein, N. (2008) La Doctrina del Shock: El auge del capitalismo del desastre. Segunda parte, capítulos 3,4 y 5. PP. 111 – 173.
Max-Neef, M. (Octubre de 2003). Fundamentos de la Interdisciplinariedad. Maestros gestores de nuevos caminos. Medellin, Colombia : Cuardenillo No 29.
Martín-Baró, I (1989/2008). Sistema Grupo y poder. Capítulo 1: Un desorden Ordenado, pp. 13 – 63. San Salvador, UCA Editores.
Martín-Baró, I. (1990) El latino indolente. En: Blanco, A.; Psicología de la Liberación. Editorial Trotta, Madrid.
Matías, E. (2013) Emprendimiento. Ponencia presentada en Seminario ¿Cómo emprender?. Plaza Mayor, centro de convenciones. Medellín.
Rist, G. (2002) El desarrollo: historia de una creencia occidental. Introducción. Editorial la Catarata, Madrid.
Stigligtz, J. (2002) El Malestar en la Globalización. Cap. 1: La promesa de las instituciones globales. Cap. 2: promesas rotas. (PP. 27 – 80) Ed. Taurus, México D.F.
Así, para cambiar una realidad se fundamenta un modelo social en el que se tengan en cuenta: la cultura, el contexto, las características, los ambientes sociales, familiares e individuales. Al partir del lugar y del contexto se generaría prácticas de cambio para implementar diferentes acciones.
No se puede cambiar una realidad si no se tiene en cuenta los contextos, las prácticas, los índices, las investigaciones y las incidencias. Las teorías e intenciones puede ser aptas, pero si no se realiza un diagnóstico o un estudio comparativo describiendo las dificultades, pueden surgir elementos de hipótesis no confirmadas.
Los diferentes programas y proyectos pueden generar derroche en tiempo y en dinero al demostrar súbitamente el resultado de algunos indicadores, en el que muchos de ellos se encuentran muy alejados al cumplir con la intención o meta para lograr los cambios.
Por último, en caso de que alguien quiera hacer cambios en sociedad a partir de la maldad tendría que incurrir con lo que ya se ha visto y es el hecho de diseñar estrategias por medio del miedo y el desamor. Creo que las conciencias poco a poco visualizan lo que en verdad les hace daño, y puede que aún se encuentren consciencias dormidas, en algunos casos vendidas o sesgadas, lo que lleva a una realidad sin realidad, pero para entrar a este tipo de transformaciones tendrían que apaciguar la psique con lo que generalmente lo llevan a cabo: odio, desamor y maltrato... y creo que ya de eso se tiene bastante.
P.D. La psique no se puede apaciguar, siempre es consciente a partir de su inconsciente, continuamente observa, perpetuamente ve, en todo caso se encuentra viva.
REFERENTES
Bericat, E. (2005) La cultura del horror en las sociedades avanzadas. De la sociedad centrífuga a la sociedad centrípeta. En Revista REIS, 110/05, pp. 53 – 89.Beck, Ulrich, (1999). ¿Qué es la globalización?, Paidós.
Bourdieu, Pierre, (2000). La miseria del mundo, Fondo de Cultura Económica, 563 p.
De Souza Santos, B. (2003) La caída del Angelus Novus: Ensayos para una nueva teoría social y una nueva práctica política. Cap. 5: Desigualdad, Exclusión y globalización: hacia la construcción multicultural de la igualdad y la diferencia, PP. 125 - 165. ILSA y Universidad Nacional. Bogotá.
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Klein, N. (2008) La Doctrina del Shock: El auge del capitalismo del desastre. Segunda parte, capítulos 3,4 y 5. PP. 111 – 173.
Max-Neef, M. (Octubre de 2003). Fundamentos de la Interdisciplinariedad. Maestros gestores de nuevos caminos. Medellin, Colombia : Cuardenillo No 29.
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Matías, E. (2013) Emprendimiento. Ponencia presentada en Seminario ¿Cómo emprender?. Plaza Mayor, centro de convenciones. Medellín.
Rist, G. (2002) El desarrollo: historia de una creencia occidental. Introducción. Editorial la Catarata, Madrid.
Stigligtz, J. (2002) El Malestar en la Globalización. Cap. 1: La promesa de las instituciones globales. Cap. 2: promesas rotas. (PP. 27 – 80) Ed. Taurus, México D.F.
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