martes, 15 de febrero de 2022

ENERGÍA EN EL CUERPO

 Por: Leidy Cañas Torres. Psicóloga. Magíster en Psicología. 

Es curioso como hablamos de energía o del desgaste que tenemos en el cuerpo, por ejemplo expresamos estoy tan cansado(a), tan estresado... siendo algo muy normal. Te puedes agotar por el trabajo elaborado en el día, porque no te has alimentado bien o porque te hace falta un poco de sueño, tal vez o quizás sea por ese vacío que no se sabe que es, que no siempre es físico, es más bien interno... ese pensamiento, esa situación inconclusa, ese dolor, ese malestar o vivencia. 

Todo esto nos lleva a hablar de un tema de energía, se nombra eso de lo que habla todo el mundo, de lo que creen desarrollar, esa sensación básica del día, de lo que te consume en pensamiento, en cuerpo y en acción. 

Por eso es importante prestar atención a un contenido propio, el que no se puede prestar, ni reclamar: el tuyo. Empezar con reconocer, sentir e identificar, llevar a cabo a la práctica, como un objetivo o una meta. 

Empecemos a identificar algunos bloqueos, ventajas o reconocimientos personales: 

El primero relacionad con la raíz, la energía física, la voluntad de vivir, más aún con el pudor, la alegría. En esta primera fase o etapa se visualiza o se detallan las piernas, el perineo, los genitales, las caderas. En algunos contextos éstas partes del cuerpo simbólicamente representan una cercanía con la madre tierra, con la naturaleza. 

Simultaneamente, el acercamiento o manifestación simbólica lleva a manifestar fortalezas relacionadas con el buen humor y la buena disposición para la alegría. Su relación se familiariza con la historia, los antepasados, la herencia, con la tierra; el significado lleva a establecer la fuerza interior para enfrentar los retos individuales. 

Un segundo aspecto descrito de manera corta se encuentra relacionado con el sacro y la cadera, las cuales se familiarizan con la capacidad de dar y recibir amor. Es un elemento identificador en el que las relaciones interpersonales brindan y perciben sensaciones de agrado. En ocasiones se encuentra un vínculo con los genitales y la matriz. 

Ahora bien, estar en disposición con estas partes del cuerpo tanto en ámbitos físicos como psíquicos. su fundamentación lleva a mejorar la autoestima, el bienestar físico, la optimización del humor. En ocasiones despierta apertura como un buen catalizador. 

Por el contrario, una vez que algunas partes del cuerpo, como la relación con los estados emocionales se perciban de manera negativa, se puede encontrar o vivenciar sensaciones de tristeza, de apatía o cambios de humor. 

A modo inverso, se pueden percibir estados vivenciales relacionados con el sufrimiento y el dolor, obstáculos en el que algunas vivencias físicas y psicológicas sean percibidas de manera desagradable llegando a impedir al individuo la observación, la consciencia y por ende de introspección que requiere para amar y ser amado. 

Repitamos, hablar de energía es bastante amplio, no es simplemente decir piensa bonito o ten una buena vibra, en muchas ocasiones arroja todo un sistema o alianzas entre el cuerpo, la mente o el psiquismo.  Describir y contextualizar cada parte de cuerpo es fundamental para tener presente que no solo somos un cuerpo andando o en muchos casos algo que está dormido. Ser consciente es un proceso, como lo es el hecho de despertar con consciencia y ser receptivo a partir del cuerpo. 



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